Una vez el dermatólogo haya descartado cualquier lesión maligna, tienes varias opciones para la eliminación de manchas de sol y edad en la piel:
Cremas despigmentantes
Es preferible empezar el tratamiento en otoño, cuando las radiaciones no son tan intensas y la piel está mucho menos expuesta al sol. Se aconseja utilizarlas por la noche. No obstante, si tu piel es resistente, puedes usarla también por la mañana y poner encima el protector solar.
Los resultados se notan al cabo de 6-8 semanas si has sido constante, aunque depende de varios factores: el número, la intensidad y la antigüedad de las manchas (las recientes se eliminan mejor que las antiguas, de más de 5 años); la calidad de la crema despigmentante, etc.
Láser
Esta técnica es la más específica para los lentigos solares. Una vez tratadas, las manchas se convierten en una costra más oscura, que se desprende al cabo de una semana dejando la piel reparada. Solo se necesitan entre una y dos sesiones.
Peeling químico
Es idóneo para tratar el melasma, la mancha más difícil de eliminar. Se aplican fórmulas con ácidos y sustancias despigmentantes, como la vitamina C, en diferentes concentraciones según la mancha. Antes y después del tratamiento, la protección solar debe ser máxima.
Terapia fotodinámica
Se utiliza para tratar los lentigos seniles que ocupan gran extensión corporal, ya que el tratamiento individual de cada uno con técnicas como el láser supondría un calentamiento excesivo de la piel. Produce una exfoliación que mejora el aspecto de las manchas.