
El lifting de brazos, denominado lifting braquial, es una cirugía que tiene como objetivo reafirmar y tonificar los brazos, eliminando el exceso de piel y grasa que suele acumularse en la cara interna, conocida comúnmente como el “efecto alas de murciélago”.
¿Para quién está indicado el lifting de brazos?
La braquioplastia está recomendada para personas que presentan:
- Flacidez severa en la parte interna de los brazos.
- Pérdida de elasticidad cutánea debido al envejecimiento o a pérdida de peso.
- Depósitos de grasa persistentes que no responden a la dieta ni al ejercicio.
- Deseo de mejorar la apariencia estética y la confianza personal.
Sin embargo, no está indicado en:
- Pacientes con enfermedades sistémicas graves.
- Problemas de cicatrización o tendencia a desarrollar queloides.
- Obesidad no controlada.
Procedimiento de la Braquioplastia
El procedimiento se realiza bajo anestesia general y tiene una duración de 2 a 4 horas, dependiendo del grado de flacidez.
- Marcación de la zona a tratar.
- Incisión a lo largo de la cara interna del brazo: Puede ser una incisión longitudinal o en forma de “T” según el exceso de piel.
- Eliminación de piel sobrante y grasa: Se combina con liposucción en algunos casos.
- Reubicación de los tejidos para un contorno firme.
- Cierre con suturas finas para minimizar cicatrices.
La recuperación se realiza en 2 – 4 semanas, con uso de mangas de compresión
Cuidados Postoperatorios
Para garantizar una recuperación adecuada y resultados óptimos, se recomienda:
- Uso de prendas de compresión: Durante al menos 4 a 6 semanas para reducir la inflamación y mejorar el contorno.
- Evitar actividades físicas intensas: Durante las primeras 6 semanas.
- Mantener una buena hidratación y alimentación saludable.
- No exponer las cicatrices al sol: Para evitar pigmentación.
- Seguimiento médico regular: Para evaluar la evolución de la cicatrización.