ozonoterapia com

La Ozonoterapia es un método caracterizado por la simplicidad de su aplicación, su alta efectividad, su buena tolerancia y la prácticamente ausencia de efectos colaterales con otros tratamientos, así como de efectos adversos.

Los tratamientos son rápidos, eficaces y económicos, y el número de sesiones varía en cantidad y duración según la afección.

¿En qué consiste la ozonoterapia?

La ozonoterapia consiste en la aplicación, por diferentes vías de administración, de una mezcla controlada de oxígeno/ozono.

La efectividad de esta terapia está basada en los efectos beneficiosos del gas ozono en el organismo:

Antioxidante

Anti-radicales libres.

Inmunomodulador

Estimula a los glóbulos blancos, aumentando las defensas ante agresiones externas como las infecciones, detectando células mutágenas que pueden producir cáncer o detectando enfermedades autoinmunes.

Eritrocitos

A nivel de los glóbulos rojos, es capaz de incrementar la liberación de oxígeno, lo que genera un mayor transporte de oxígeno a las células. De esta manera, mejora la función celular así como la circulación en general.

Germicida

Elimina hongos, bacterias y virus.

Piel

A nivel cutáneo, el ozono actúa ante un gran abanico de patologías: cicatrices, heridas resistentes a la cicatrización, afecciones dermatológicas en general (abscesos, fístulas, forúnculos, acné, etc.), quemaduras, hongos, herpes simple y herpes zóster.

Esta alta efectividad en patologías dermatológicas se debe a que la ozonoterapia cura porque mejora el metabolismo de manera integral. Por un lado, la circulación sanguínea mejora en los tejidos afectados. Por otro lado, el transporte de oxígeno y por lo tanto el suministro de energía a las áreas inflamadas es mejorado. Y por último, el sistema inmunológico es estimulado de forma positiva.

Efecto vacuna

El ozono puede ejercer un efecto vacuna, ya que los fragmentos de virus parcialmente destruidos pueden funcionar como estímulo en la producción de anticuerpos.

Además, al inducir una mayor agresividad de los leucocitos, hace que los virus sean atacados más rápidamente y con mayor fuerza.

Por último, es importante destacar dos grandes ventajas de este gas: su modo de actuación antitóxico (sin destruir los tejidos), y su capacidad para resistir la inactivación por sistemas enzimáticos, de manera que puede actuar sobre cualquier tipo de agresor.

¿Cuáles son sus aplicaciones médicas?

Al ser un tratamiento dosis dependiente, puede ser aplicado para un gran número de patologías gracias a sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias, bactericidas, fungicidas o viricidas. Además, puede actuar como estimulante de la circulación, desinfectante, cicatrizante o modulador del sistema inmunitario.

Por último, destacar que gracias a su acción favorecedora del metabolismo celular y la utilización de la glucosa, puede aplicarse en el tratamiento de un gran número de patologías mediadas por especies reactivas del oxígeno.

Lipodermitis indurativa y lipodistrofias localizadas (celulitis)

Lipomatosis

Acné

Procesos eczematosos

Herpes simple y zóster

Micosis

Quemaduras

Cicatrices

Estrías

Viriasis cutáneas

Psoriasis

Mucositis

Hepatitis víricas (B y C)

Cirrosis hepáticas

Enfermedades vesiculares

Colitis ulcerosa

Colon irritable

Enfermedad de Crohn

Fístulas perianales y anales

Fisuras anales

Eczema anal

Hemorroides

Proctitis

Úlceras gástricas

Candidiasis intestinal

Estreñimiento

Cansancio y fatiga crónica

Pérdida de memoria

Cefalea vascular

Cefalea en racimo

Depresión

Migraña

Esclerosis cerebral y enfermedad de parkinson

Estrés

Arterioesclerosis cerebral

Alzheimer

Artrosis (cadera, rodilla, columna…)

Artritis reumatoide y otras artritis autoinmunes

Entesitis, bursitis y tendinitis

Fibromialgia reumática

Hernia discal y conflictos discorradiculares

Estenosis de canal

Síndrome de túnel carpiano y otras neuropatías periféricas

Tratamiento local de procesos sépticos (osteomielitis)

Vulvovaginitis de repetición

Infecciones genitourinarias por virus, hongos y bacterias

Mastodinia

Procesos inflamatorios y abscesos de mama

Complicaciones sépticas obstétricas y puerperales (infecciones post operatorias en cesárea)

 

Varices y úlceras varicosas

Pie diabético

Tromboflebitis

Arterioesclerosis

Escaras

Claudicación intermitente

Insuficiencia venosa y linfedema

Rotura de capilares

Cardiopatía isquémica

Glaucoma de ángulo abierto

Neuropatía óptica

Retinosis pigmentaria

Degeneración macular senil

Amigdalitis crónica

Faringitis infecciosa

Síndrome vestibulococlear periférico

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