
La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo modificar la forma, tamaño o función de la nariz, mejorando tanto la estética facial como la función respiratoria. Es una de las cirugías estéticas más demandadas, ya que permite corregir deformidades congénitas, traumatismos o simplemente mejorar la armonía facial.
¿Para quién está indicada la rinoplastia?
La rinoplastia es adecuada para personas que desean:
- Corregir una desviación nasal.
- Refinar la punta de la nariz.
- Reducir o aumentar el tamaño de la nariz.
- Mejorar problemas respiratorios relacionados con la estructura nasal.
- Corregir asimetrías o secuelas de traumatismos.
Contraindicaciones
- Pacientes menores de 18 años (salvo casos funcionales).
- Personas con enfermedades crónicas no controladas.
- Pacientes con expectativas poco realistas sobre los resultados.
Procedimiento Quirúrgico
El procedimiento se lleva a cabo bajo anestesia general o local con sedación, y la duración varía entre 1 y 3 horas, dependiendo de la complejidad.
- Evaluación preoperatoria: Análisis facial y estudio de la función nasal.
- Incisiones: Según la técnica utilizada (abierta o cerrada).
- Remodelación nasal: Corrección del hueso, cartílago y tejido blando.
- Suturas y vendajes: Se coloca una férula o yeso nasal para proteger la nueva estructura.
Recuperación y Cuidados Postoperatorios de la rinoplastia
La recuperación de la rinoplastia es gradual y requiere ciertos cuidados para garantizar los mejores resultados:
Primera semana
- Hinchazón y hematomas alrededor de la nariz y ojos.
- Reposo con la cabeza elevada.
- Evitar actividades físicas intensas.
- Retiro de férula o yeso nasal a los 7-10 días.
Primer mes
- Disminución gradual de la inflamación.
- Evitar la exposición solar directa.
- No usar gafas que presionen la nariz.
Resultados finales
Los resultados definitivos pueden apreciarse entre 6 meses y 1 año, una vez que la inflamación haya desaparecido por completo.