Medicina estética oncológica
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El cáncer es una enfermedad cada vez más frecuente. Según datos de la OMS el número de casos de esta patología crece cada año. En España, según datos de la SEOM lo que se esperaba para el año 2020, ha sido alcanzado en el año 2017, con lo que el número de casos crece a mayor velocidad de la esperada.

El concepto de “contínuum” en el cáncer abarca desde el diagnóstico del mismo hasta la muerte de la persona cualquiera que sea la causa. Es decir, desde el diagnóstico y tratamiento, la recuperación tras el tratamiento y la vida después de la recuperación y, en algunos casos, vida con cáncer en estadio avanzado.

El objetivo de la medicina estética oncológica es el de prevenir, mejorar y tratar total o parcialmente los aspectos inestéticos del paciente oncológico para beneficiar su calidad de vida.

Prevención

En cuanto a la prevención, la medicina estética debe ser determinante a la hora de eliminar malos hábitos en los pacientes sanos, además es fundamental el papel que juega a la hora del diagnóstico precoz, ya que la historia clínica y la exploración de un paciente que acude a hacerse un tratamiento estético puede poner sobre aviso acerca de una patología subyacente.

Un importantísimo punto es la exploración de la piel y de las manchas cutáneas. En innumerables ocasiones el paciente consulta a su médico estético por una determinada mancha que luego resulta ser un carcinoma o un melanoma.

prevención melanoma

Tratamiento

Durante el tratamiento: la prevención y tratamiento de los efectos adversos producidos por éste, ha de iniciarse en el momento del diagnóstico y antes de que empiece el tratamiento. El cuidado de la piel utilizando una cosmética formulada para este tipo de pacientes, sin alcoholes, parabenos, e irritantes que pueden alterar más la piel; el cabello y cuero cabelludo, cuando va a perderse debido a la quimioterapia o radioterapia; tratamiento de las uñas, ya que se ven afectadas en muchos casos; las mucosas…

Así mismo es fundamental realizar una evaluación nutricional y dar unas pautas dietéticas que ayuden a sobrellevar estos efectos secundarios. El último pilar, ofrecer apoyo psicológico, éste es uno de los aspectos más importantes para el paciente oncológico.

La medicina estética puede tener un papel muy importante para minimizar las secuelas del tratamiento oncológico (cirugía, radioterapia, dianas moleculares y quimioterapia). Es bien sabido que estos tratamientos ocasionan numerosos efectos colaterales y que en general es importante su impacto sobre la piel, que se puede manifestar como una aceleración del envejecimiento con deshidratación cutánea, arrugas, flaccidez, perdida de elasticidad, vasculopatía actínica y alteraciones de la pigmentación.

Si durante el tratamiento oncológico se han seguido las pautas descritas, estas manifestaciones de envejecimiento cutáneo serán menores.

Después del tratamiento

Una vez finalizado, y siempre de acuerdo con el oncólogo, podemos realizar los tratamientos medico estéticos adecuados, orientados al rejuvenecimiento cutáneo, a salvar los cambios de volumen corporal y a tratar los efectos secundarios de la cirugía, como pueden ser cicatrices, dehiscencias y otras alteraciones cutáneas.

En ocasiones, según el cáncer diagnosticado, los pacientes deben seguir durante un tiempo algún tipo de tratamiento hormonal o farmacológico, hecho que se debe tener en cuenta para evitar una interacción con el tratamiento médico estético que se plantee realizar.

En cuanto a recuperar y rejuvenecer el área facial, tendremos que tener en cuenta que los tratamientos oncológicos modifican la piel:

  • Se produce una fotosensibilización, con lo que ante una exposición al sol tendremos un aumento de la posibilidad de ver quemaduras, eritemas, hiperpigmentación e incluso erupciones solares que obligarán al uso de fotoprotector solar todos los días.
  • Encontraremos xerosis o piel seca e incluso atrofia de la piel, debido al tratamiento farmacológico (quimioterapia) o a estados de malnutrición y anemias producidos por el propio cáncer.

En cuanto a los tratamientos que podemos aplicar, si ha pasado un tiempo prudencial desde el fin del proceso y el oncólogo no ve inconveniente, pueden hacerse prácticamente todos los tratamientos de medicina estética, siempre y cuando no sean agresivos. Es fundamental tener en cuenta las defensas del paciente, debería ser una condición para realizar el tratamiento que la analítica sanguínea esté dentro de unos valores normales.

Se pueden realizar peelings superficiales y medios para tratar las hiperpigmentaciones y el envejecimiento de la piel. Lo mismo si hablamos de IPL y radiofrecuencia facial. Si el paciente consulta por envejecimiento por perdida de volúmenes faciales, podríamos utilizar los implantes de relleno habituales como el Ácido Hialurónico, la Hidroxiapatita cálcica o la Policaprolactona. En cuanto a los hilos de suspensión pueden ser utilizados normalmente.

En cuanto a los tratamientos corporales pueden llevarse a cabo distintas técnicas para devolver la estructura corporal perdida. Esto serían tratamientos como masaje, drenaje linfático – fundamental si existe linfedema- o del tipo mesoterapia, LPG, vacuumterapia…

La medicina estética tiene un gran papel en los procesos oncológicos ya que tiene cabida en todos y cada uno de los estadios de la enfermedad. Podría reportar al paciente un extra a la hora de aumentar su calidad de vida.

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